En los últimos tiempos, casos de violencia de género son habituales en la crónica de los medios de comunicación nacionales.
Nuestra ciudad no está ajena a los hechos de violencia y días atrás una joven expuso en su cuenta de Facebook la agresión recibida por su expareja.
Según sus dichos, hizo las denuncias correspondientes acercándose a las dependencias encargadas de los casos de violencia de género y las respuestas brindadas no la dejaron conforme, ya que se siente con miedo a que la situación pase a mayores.
Esta joven manifiesta también en su relato que gente que pasaba por el lugar no se solidarizó con ella y se pregunta de qué vale levantar 300 pancartas en marchas de #NiUnaMenos, si como sociedad no cambiemos ya que estamos muy lejos aún de “como debería ser una sociedad comprometida” y las distintas dependencias frente a estos casos de vulnerabilidad, no contarían con los recursos de contención y atención.
En la teoría todo es factible, ¿y en la práctica se lleva a cabo la teoría?